Ni las mejores cámaras de cine salvan a sus estrellas de los dichosos brillos en el rostro. Esos indeseados acompañantes que hacen que nuestra cara brille a distancia y que otorgan un aspecto grasoso a nuestra imagen final. Sobre todo, en los meses estivales, cuando la piel queda expuesta a altas temperaturas y los poros provocan un exceso de grasa sobre nuestro cutis. Una situación que, seguro, todo el mundo ha tenido que solventar y que en más de una ocasión se ha encontrado con una pequeña falta de trucos y soluciones.
Cómo cuidar correctamente tu piel
Limpieza de cutis diaria
Se trata de uno de los pasos más importantes para evitar la aparición de brillos en la cara. Tanto el estrés y la temperatura como la propia contaminación de la ciudad pueden hacer que toda la suciedad se vaya acumulando sobre nuestra piel, provocando la aparición de sebo por toda la cara. De ahí la importante de, como máximo, dos limpiezas de rostro diarias, utilizando agua fría y jabones libres de aceites.
Exfoliar bien el rostro
Además de realizar una limpieza de cutis mínima al día, también resulta importante exfoliar la cara a menudo. Esto ayudará a que la piel quede totalmente libre de impurezas y células muertas. Eso sí, antes de iniciar la exfoliación, el rostro debe estar bien limpio y preparado para iniciar este proceso.
Además, a la hora de elegir el exfoliante perfecto habrá que tener en cuenta el tipo de piel al que nos enfrentamos, para elegir correctamente el producto. Por su parte, también existen recursos naturales para utilizarlos como exfoliantes, como es la avena, el azúcar moreno o la sal. Consejo importante: tras la exfoliación, aplicar un buen hidratante o tónico.
Una buena base de maquillaje
Tras haber limpiado y retirado todas aquellas sustancias que pueden hacer que nuestra piel sea propensa a mostrar brillos, llega la hora de elegir el maquillaje perfecto. Y para comenzar con buen pie, es importante elegir la base correcta.
Lo ideal, y más su tu piel es más bien grasosa, es emplear un producto que sea semimate, mate o libre de aceites, ya que conseguirá absorber todos aquellos brillos indeseados. Además, lo mejor es aplicar todo tipo de maquillaje con brocha y no con los dedos, ya que evitará esa indeseable aparición de brillos.
Utilizar el primer
Antes de encontrar la base de maquillaje que mejor va con nuestro tipo de cutis, es importante dar con el primer corrector. Un producto make-up fundamental que funciona como prebase y que ayuda a cubrir los poros. Además, conseguirá que la base de maquillaje duré más y que los brillos tarden en aparecer.
Polvos traslúcidos matificantes
Existen múltiples alternativas para conseguir que nuestra cara no brille en exceso. Y una de ellas es tener siempre al alcance unos polvos traslúcidos a los que poder recurrir siempre que sea necesario. Su empleo conseguirá sellar la base de maquillaje y proporcionar un acabado mate. Para elegir cuál conviene más a nuestro bolsillo, tan sólo hay que echar un vistazo a la gran oferta que tanto marcas de lujo como low cost ofrecen en el mercado.
Papeles absorbentes de grasa
Y al igual que ocurre con los polvos traslúcidos matificantes, también existen muchas alternativas para encontrar los papeles absorbentes o 'blotting paper' que mejor concuerdan con nuestro presupuesto. No son otra cosa que una serie de papeles muy finos que ayudan a absorber todo ese exceso de grasa en nuestro cutis. Perfectos para el verano, estos papeles absorbentes se presentan en envases fáciles de llevar e idóneas para llevar siempre consigo en bodas y eventos importantes.
Remedios caseros contra los brillos
Sin embargo, a pesar de que el paso de los años hayan permitido ir mucho más allá con las nuevas técnicas make up, lo cierto es que incluso para estos casos también existen remedios caseros -o más bien, 'consejos de abuela'- que pueden salvar a más de una de algún que otro apuro. Trucos naturales por los que no hace falta gastarse una gran cantidad de dinero y que, por lo general, son completamente accesibles para todo el mundo. Tan solo hace falta disponer del tiempo suficiente que permita llevar a cabo la mezcla o el 'experimento' necesario.
Utilizar maicena : Sí, sí, habéis leído bien. Y es que la maicena, además de ser un producto utilizado entre los fogones de miles de hogares y cocinas, también permite deshacernos del exceso de grasa que nuestra piel pueda producir. Además, sus propiedades naturales no solo permiten que todo ese aceite quede absorbido por completo, sino que el resultado final ofrezca una apariencia totalmente renovada. Para ello, tan solo habrá que mezclar tres cucharadas de maicena con agua y formar con ello una pasta húmeda. Una vez aplicada y retirada con agua tibia, se aconseja utilizar un tónico hidratante.
Limón : Algo tan sencillo y fácil de conseguir como el propio jugo del limón puede también ayudarnos a que nuestro no brille a distancia. Y todo gracias a su función limpiadora, que permite que los poros de la piel queden libres de bacterias y sustancias oleosas. Para conseguir este truco casero, tan solo necesitarás exprimir un poco de limón y mezclarlo, en un vaso, con un poco de aguar. Eso sí, es preferible que su aplicación se realice por la noche, para evitar que el sol provoque en nuestro rostro manchas indeseadas.
Fuera estrés y ansiedad : Nada de cosméticos ni alimentos que puedan ayudarnos a construir nuestra propia mascarilla antibrillos casera. Algo tan sencillo como librar de ese estrés y esa ansiedad que tanto persiste en nosotros, puede hacer que nuestra piel luzca mejor que nunca. La razón se encuentra en todas esas toxinas que la piel libera cuando la tensión consigue hacerse con el control de uno mismo. La segregación de grasa, por lo tanto, aumenta con esta emoción y hace que el brillo nos vuelva a jugar una mala pasada. Cuestión de hábito y concentración.
Mascarilla de manzana : Algo tan simple como la propia esencia de un alimento tan común como es la manzana puede también ayudarnos a prevenir y solventar este "problema" de cutis graso. Las propiedades que esta fruta ofrece, además, a quienes lo emplean como elemento principal en una mascarilla antigrasa actúan, a su vez, tanto como truco preventivo como incluso hidratante para la piel. De este modo, y para que esta mascarilla sea lo suficientemente efectiva, solo hace falta dispones del producto principal, la manzana, un poco de avena, unas gotas de jugo de limón y una clara de huevo. Su mezcla hará que el resultado sea sorprendente.