La piel se renueva aproximadamente cada 28-30 días. La exfoliación por lo tanto es un tratamiento totalmente natural. Además de activar la circulación, suavizamos la piel y, lo más imortante, la regeneramos. Podemos realizar este proceso por lo menos una vez por semana, eliminaremos impurezas y conseguiremos una piel mucho más uniforme, además es posible hasta conseguir retrasar el crecimiento del vello.
Antes de tomar el sol es necesario realizarnos una buena exfoliación para broncearnos más rápido y, lo más importante, para que nuestra piel no se quede 'a manchas'. Si vamos a utilizar un autobronceador debemos exfoliar la piel por la misma sencilla razón.
Exfoliante de fresas casero
Podemos realizar este proceso sin salir de casa y de una manera de lo más natural siguiendo la siguiente receta:
-Corta ocho fresas maduras y haz un puré con ellas.
-En un tazón vierte dos cucharadas de aceite de aguacate.
-Haz un puré con pepino sin quitarle la piel ni las semillas.
-Agrega cuatro cucharadas de éste puré al tazón con las dos cucharadas de aceite de aguacate.
-Añade a la mezcla el puré de fresas.
-Espolvorea tres cucharadas de harina de arroz en la mezcla y aloe vera para formar una pasta suave.
Comienza con una ducha de agua caliente para ayudar a que la piel se reblandezca. Ahora sólo tienes que frotar las partes del cuerpo que desees con el preparado. Puedes utilizar las manos o bien una esponja o un guante de crin. Aplícalo mediante suaves movimientos circulares y ascendentes. Empieza por los pies, tobillos, piernas, continúa con las manos, brazos y hombros, para terminar por último con el torso. Déjalo actuar durante 15 minutos y enjuágalo con agua.
El resultado no depende la fuerza con la que frotes sino de la regularidad con la que lo realices. Tampoco es necesario que el exfoliante sea muy rugoso. Los granos demasiado gruesos pueden provocar lesiones microscópicas que irritarán la pie sobre todo cuando se trata de una exfoliación facial.