La aparición de manchitas rojas en la piel es más frecuente de lo que imaginamos, solo que en muchas ocasiones pasan desapercibidas debido a la carencia de molestias físicas. En muchos casos desaparecen de la misma forma en que se manifiestan, sin avisar. Esto provoca que en la mayoría de los casos no les prestemos la atención que merecen.
Estas manchas, sin embargo, no aparecen de forma fortuita. Reciben el nombre de petequias y son pequeños hematomas subcutáneos que pueden estar provocados por diversos factores. Aunque a simple vista se puede pensar que es una molestia meramente estética, detrás de estas manchas suele haber problemas de menor o mayor gravedad.
Por ello, conviene saber qué son, por qué aparecen, cómo se tratan y cómo pueden prevenirse. A continuación, te lo contamos todo para que aprendas a identificarlas y a actuar de manera responsable para evitar su aparición.
¿Qué son las petequias?
Las petequias son unas pequeñas manchas de color rojo que aparecen en la piel de manera espontánea. Normalmente suelen presentarse en las piernas, aunque en algunas ocasiones también salen en otras partes del cuerpo, como la cara. Estas manchitas, que en su mayoría tienen el tamaño de una cabeza de alfiler, no son más que acumulaciones de sangre producidas por pequeños derrames vasculares debajo de la piel.
Al principio, estas manchas son de color rojo o violáceo, pero a medida que pasa el tiempo se vuelven verdes, amarillas y marrones. Esta evolución del color se debe a los cambios químicos que va experimentando la sangre. Su tamaño varía entre 1 y 4 mm y generalmente aparecen en grupos. Cuando las manchas miden 5 mm o más reciben el nombre de púrpura, y si su tamaño excede de 1 cm se denominan esquimosis.
Una de las principales características de las petequias es que no desaparecen al ejercer presión sobre ellas, como ocurre con otras lesiones capilares. En la mayoría de los casos, estas manchas salen de forma inesperada como consecuencia de una mala coagulación de los vasos sanguíneos, por lo que es recomendable acudir al médico para un correcto tratamiento.
Cómo diagnosticar las petequias: síntomas
Las petequias presentan un diagnóstico muy claro, ya que se manifiestan en forma de pequeñas manchas rojas en la piel. Estos puntitos son el rasgo diferenciador más claro de las petequias, ya que éstas no provocan ningún tipo de molestia física en la zona del cuerpo afectada, como dolor o picazón. A diferencia de otras erupciones cutáneas, estas manchas son de apariencia plana y carentes de relieves.
La prueba de diagnóstico más efectiva es la de la vitro-presión, es decir, presionar sobre ellas para ver si desaparecen o no. Si el resultado es negativo, significa que los glóbulos rojos han salido de los vasos sanguíneos y que estamos ante un caso claro de petequias.
Otra característica importante a tener en cuenta a la hora de identificar las petequias, es el cambio de color que van experimentando con el paso del tiempo. Al principio son de color violáceo, pero van cambiando con el proceso de oxidación de la sangre.
En la mayoría de los casos, las petequias aparecen en las piernas, aunque también pueden encontrarse en otras partes del cuerpo como el rostro. En esta zona, su aparición se debe principalmente a esfuerzos como el vómito, la tos o el llanto y las manchas suelen concentrarse en el contorno de los ojos.
Por último, hay que tener en cuenta que en la fase inicial las petequias pueden aparecer de forma individual, aunque poco a poco se van agrupando y extendiendo a lo largo de la parte afectada.
Causas de las petequias
Normalmente, estas erupciones aparecen como consecuencia a la fragilidad de los vasos capilares, aunque pueden surgir por varios factores. Las causas de las petequias pueden ser externas o internas:
- Causas externas : son las provocadas por factores ajenos a nuestro propio organismo, tales como picaduras de insectos, mordeduras de animales, golpes, pinchazos, etc.
- Causas internas : son las derivadas de enfermedades sanguíneas, como la leucemia o hepáticas. También se engloban en este grupo las afecciones nerviosas, las alergias, la carencia de vitaminas, la fiebre, la ingesta de anticoagulantes o los efectos derivados de tratamientos médicos como la radiación o la quimioterapia. Asimismo, las petequias también pueden aparecer como consecuencia de esfuerzos físicos a la hora de toser, vomitar o llorar. En este caso, pueden afectar al rostro, al cuello y a la parte superior del pecho.
Tratamiento de las petequias
Aunque las petequias no son permanentes y desaparecen con el paso del tiempo, es conveniente acudir al médico para detectar su origen y tratarlas de la forma más adecuada.
Hielo
El tratamiento de estos pequeños hematomas capilares varía en función de las causas que han provocado su aparición. De esta forma, si las manchas son consecuencia de la ingesta de medicamentos, basta con interrumpir el tratamiento, siempre bajo supervisión médica.
En cambio, en el caso de las petequias por esfuerzo, que son las más habituales, se recomienda aplicar compresas con hielo en la zona afectada. Esto calmará las lesiones de los capilares sanguíneos.
Antibióticos
El tratamiento con antibióticos es clave en aquellas situaciones derivadas de enfermedades infecciosas. En los casos más extremos, como los asociados a la leucemia, podría ser necesario acudir a la cirugía, aunque no es lo más habitual. En algunas ocasiones, las petequias deben su aparición a un bajo número de plaquetas, en cuyo caso el tratamiento más adecuado consiste en una transfusión de sangre.
No obstante, esta afección no suele revestir mucha gravedad y, con el tratamiento adecuado, las petequias pueden curarse con bastante rapidez. Por ello, la precocidad del diagnóstico es un factor fundamental para su correcta erradicación.
Consejos para prevenir las petequias
Vitaminas
La aparición de estas incómodas manchas en el cuerpo puede prevenirse siguiendo una serie de consejos prácticos. En primer lugar, es esencial mantener una alimentación equilibrada y rica en vitaminas. Es importante incluir en nuestra dieta alimentos ricos en vitamina K, que actúa como coagulante natural. Está presente en alimentos con clorofila, como las verduras de hoja verde.
Cítricos
La piel de cítricos como el limón, la naranja o la mandarina, contiene también propiedades preventivas. Esto se debe a unos nutrientes llamados bioflavonoides que se encuentran en la parte blanca que separa la piel de la fruta. Lo más práctico es ingerir estos alimentos, con piel incluida, en zumo. Otras frutas, como las moras o las frambuesas, también ejercen un efecto tonificador en las venas.
Plantas medicinales
Las plantas medicinales son otro remedio eficaz para prevenir las petequias. Algunas como el Castaño de Indias, Hamamelis, Bolsa de Pastor o Meliloto son muy ricas en vitamina P, cuyas propiedades sirven para reforzar las paredes de los vasos capilares.
Por último, también es aconsejable proteger el cutis durante el envejecimiento así como evitar golpes y agresiones en la piel.