Cuando de nuestros labios se trata, son muchas las opciones que tenemos para darles color, brillo o simplemente hidratación.
La barra de labios tradicional, el gloss, los bálsamos, los perfiladores y los pinceles para labiales en crema son algunos de los métodos que tenemos para aplicarnos un labial, pero, sin lugar a duda, la versión gloss o barra de labios es la más común en nuestros bolsos y nuestros sets de maquillaje.
Pintalabios vs gloss
Lo más común entre estos dos tipos de labiales es que cuando te acostumbras a usar uno, la otra versión no te resulta tan confortable. La razón de que esto suceda es que la textura de ambos es muy distinta, al igual que su resultado final en nuestros labios.
El gloss para nuestros labios
Los labiales en gloss tienen una textura esponjosa y húmeda por lo que resutan muy fáciles de extender sobre nuestros labios.
Esta esponjosidad característica de los gloss hace que muchas mujeres se decanten por amar u odiar este método, ya que para algunas mujeres los gloss resultan hidratantes y refrescantes, mientras que para otras son demasiado pegajosos e incómodos.
En cuanto al resultado del gloss, al ser tan aguados, el color queda difuminado y menos vivo que con otros métodos pero es capaz de aportar un brillo extraordinario que ayuda a aumentar visualmente el volumen de nuestros labios.
En cuanto a la duración, aunque hay marcas que prometen hasta 12 horas de eficacia, esto no suele ser lo normal. Su duración es muy limitada y hay que ir retocándolo cada poco tiempo, por lo que llevar tu gloss siempre encima es imprescindible.
Caraterísticas de la barra de labios
Para todas aquellas mujeres que no son amantes de la textura del gloss, la barra de labios se puede convertir en su mejor aliado. Su textura es cremosa y espesa, variando su nivel de hidratación en función de la marca y el modelo del pintalabios.
Con éste obtendremos unos resultados muy duraderos, pudiendo elegir entre una gama mucho más amplia de tonalidades que con otras modalidades de labiales. Y el retoque se vuelve casi totalmente prescindible en la mayoría de los casos gracias a sus propiedades cubrientes.
Hace algún tiempo cuando una barra de labios era muy duradera su textura no solía ser muy confortable, pero en la actualidad hasta los pintalabios más hidratantes nos pueden aportar largas horas de duración.
Si eres de las que aun no se han decidido por una de estas dos versiones, ya tienes las claves que te ayudarán a elegir cuál de las dos texturas se ajustan más a tus gustos y necesidades.